viernes, 15 de mayo de 2009

Lucas 4: 18 e Isaías 61: 1-2

"El Espíritu de Nuestro Padre Celestial está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar la libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos".